En 2016, creé una instalación-mural sobre la Independencia Catalana, en una pared pública del centro de Barcelona (España).
La obra representa a Artur Mas, ex primer ministro de la región catalana, uno de los símbolos de la lucha independentista catalana de aquellos años. El hombre se encuentra en un balcón, mirando hacia una multitud de gente que va por la calle, cubierta por una bandera gigante con la estrella que identifica a este movimiento. A sus espaldas, escondido, se halla un montón de basura, que simboliza las malas gestiones de los políticos locales, que pretenden justificar sus ineficiencias con esta idea: todo se debe a que Madrid nos roba dinero y, por eso, debemos independizarnos.
En ese sentido, el concepto que se busca plasmar en esta obra es una crítica a los políticos catalanes que, en los últimos años, han usado la crisis económica de España y Cataluña –con las consecuentes dificultades cotidianas que viven muchas familias locales–, para darle fuerza a la necesidad de independencia de la región. Lo que quería mostrar es que, en realidad, tras esas denuncias que hacían los líderes sobre la poca prioridad que le da España a esa zona, se escondía también la ineficiencia y la corrupción de la que ellos mismos son responsables.
Sabiendo que hubiera sido imposible crear el mural directamente sobre la pared por la hostilidad tanto de la administración pública como de una parte de la gente, decidí pintar la obra sobre tela y trasladarla en un segundo momento sobre una pared del centro de la ciudad condal.
Un grupo de amigos me ayudó con la acción. Lo intentamos dos veces; la primera falló porque el pegamento no sirvió por el peso de la tela. La segunda vez lo logramos con pegamento y grapas sobre una pared de madera.
Desafortunadamente la instalación duró solamente unas pocas horas. En la mañana ya había desaparecido. El pegamento necesitaba 24 horas para pegar bien y alguien decidió quitar la obra y llevársela antes.
Es probable que fue la policía o algún independentista. Pero, puede que también haya sido algún coleccionista que se la llevó a su casa…
Proyecto independiente.
El proyecto fue patrocinado por la Asociación Jupiterfab.
